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BIDWELL. COMO MANEJAR EL REPERTORIO
El grado de desarrollo de la Homeopatía, en cualquier tiempo, habrá de juzgarse siempre por los métodos de sus discípulos y exponentes, a través no sólo de la firmeza de sus enseñanzas, sino especialmente por la integridad y exactitud que muestren al practicarlos. No conozco mejor medio para medir esta vitalidad que el interés mostrado […]
Descripción
El grado de desarrollo de la Homeopatía, en cualquier tiempo, habrá de juzgarse siempre por los métodos de sus discípulos y exponentes, a través no sólo de la firmeza de sus enseñanzas, sino especialmente por la integridad y exactitud que muestren al practicarlos. No conozco mejor medio para medir esta vitalidad que el interés mostrado por los trabajos de repertorio, ya que el repertorio es nuestro principal instrumento de precisión. Verdad es que algunos realizan buen trabajo sin el repertorio, pero también es verdad que hacen trabajo pobre, en comparación con el que pudieran realizar con el repertorio. El artesano que aprende por sí mismo su oficio puede ser un hombre muy útil, aunque ignore la teoría los métodos más avanzados obtenidos en su género de trabajo, pero jamás podrá medirse con el hombre cuya educación e integridad de método le han convertido en un experto. Nunca podrá alcanzarse tanto como infalibilidad al prescribir, pero el que usa el repertorio con exactitud e inteligencia – y nadie podrá hacer esto sin el conocimiento igualmente exacto inteligente de su Materia Médica- inevitablemente obtendrá la recompensa en los resultados y en la tranquilidad mental, que solamente se obtiene con una conciencia satisfecha. Es alentador, pues, considerar que hay quiénes desean seguir el mejor camino, y que hay cierta demanda por obras como la del Doctor Bidwell, excelentemente idónea para iniciarse en el uso efectivo de los métodos repertoriales; esto parece indicar que, b la ceniza y restos amontonados por la ultracientífica, pero esencialmente caótica Medicina moderna, arden aquí y allá los rescoldos de un amor por la terapéutica VERDADERA, que están destinados a convertirse en llama permanente y extensa que habrá de lograr mucho bien para los hijos de los hombres.
– James Tyler Kent